desocupados

jueves, 31 de marzo de 2011

las excusas no son mentiras hasta que se demuestre lo contrario

Estos días estuve analizando que la gente es escasa para cumplir su palabra y que aparte de todo por lo general tienen un gran cinismo y muy buena imaginación, hay cosas molestas como las excusas, pero quien no ha inventado una excusa para quedar bien aunque en el fondo no sea así y a quien cuando le han dado una excusa no ha puesto cara de “huevon” con una especie de sonrisa falsa y ha dicho: “no pasa nada, lo importante es que viniste o más vale tarde que nunca”.

Uno de esos momentos es cuando cualquiera de los padres lo esperan a uno muy a las 3 de la madrugada y le dicen: ¿usted donde estaba? Jamás uno va decir: “estaba con tales personas bebiendo, ¿recuerdas a fulanita? Se revolcó con mi amigo, si ese por el que nadie daba un peso por cierto ahora le decimos míster feromona, bebí, fume, hice y deshice”, pero no, obviamente inventaremos algo para no quedar mal, por otro lado creo a veces no les podemos mentir a los padres siempre se dan cuenta de todo y dicen: ¿usted estaba tomando? Huele a trago, ¿Estaba con vagabundas? (Mirada sospechosa)¿Que estaba fumando? (mirada aun mas sospechosa), aquí concluyo que para los padres es mejor que uno se revuelque con quien se le atraviese antes que consuma lo que se le atraviese, en esos momentos desearía tener los poderes de Tony Kamo y decir con ese tono medio lengüisopa y español “tienes sueño, te pesan los parpados, te pesan los ojos, tienes sueño, mucho sueño, descansa” y que al otro día no recordaran nada.

Hay tantas excusas y personas con ellas que hasta podrían dar seminarios de cómo hacerlo con nombres atractivos como: “la excusa es el comodín” o “la excusa no es una mentira” entre otros nombres que se pueden inventar para esos seminarios, la excusa perfecta para hacer algo al final del seminario seria que ya saben decirlas.

Es cierto que las usamos debido a que también son un modo de supervivencia o simple instinto que se activa cuando nos vemos acorralados ante una situación, pero siempre se deben recordar varios “tips” para que su excusa sea eficiente.

Primer “tip” la indignación aireada, esta puede ser utilizada en cualquier momento por ejemplo en una llamada telefónica, lleva la siguiente estructura: primero indignarse y hacerlo saber de una manera clara como “estoy muy berraco”, segundo hacer una amenaza pequeña como “ y si lo veo, le voy a dar en la cara” y cerrar con un pequeño insulto como “marica” de modo que quede así “Estoy muy berraco y si lo veo, le voy a dar en la cara, marica” cualquiera puede asustarse.

Segundo “tip” la forma sencilla es cuando de repente le hacen una pregunta que usted no quiere responder simplemente diga “otra pregunta amigo” o “siguiente pregunta” a lo mejor lo reeligen donde está o lamentablemente después sus “trinos” se desvanecen y uno empieza a preguntarse ¿será que en el ubérrimo no hay un punto pago? ¿Cuándo uno es catedrático en Georgetown no le pagan? Entre otras.

Tercer “tip” argumentar sus excusas de manera que la otra persona se la crea, por ejemplo: “debido al tsunami de Chile el año pasado el eje de la tierra se corrió 8 cm y ahora los días son 1,26 microsegundos (millonésimas de Segundo) más cortos por lo tanto el tiempo se pasa más rápido y es argumentable su llegada tarde ”.

Cuarto “tip” sea algo obvio, ¡¡¡sea serio!!! Como diría un amigo, comunique siempre a las personas si las involucra en alguna de sus excusas al menos dígales que no salgan, las cosas no se acaban a la mitad de empezarlas no sea “garoso”, los minutos no se acaban se acaba el saldo del celular, en Bogotá no hay trancones no sea mentiroso, los celulares son para contestarlos, No repita las mismas excusas por que lo pueden pillar en la mentira, no se arme películas chimbas, recuerde que la gente solo se muere una vez y los amigos cumplen años cada 365 días como mínimo.